En este artículo voy a intentar hacer una reflexión sobre la problemática muy extendida en el tiempo sobre la restauración de la plaza de toros. Primero me gustaría decir que la idea de restauración del actual equipo de gobierno me agrada, contempla una plaza de toros moderna, funcional y muy espectacular. Representa el nacimiento de un nuevo icono para nuestra ciudad.
Segundo dar la enhorabuena –con un poco de retraso– a los ideólogos y publicistas de la campaña electoral del Partido Popular del pasado 27M. En esta ciudad jamás se había visto una campaña de marketing de tanta eficacia y calidad. El famoso DVD es una muestra fehaciente de la capacidad de poder de fascinación y convencimiento de una buena campaña publicitaria y con un diseño gráfico del video sobresaliente. En definitiva, una repetición del patrón utilizado durante los últimos años por el PP levantino, coronar su programa electoral con proyectos icono, proyectos faraónicos de costes altísimos que no dudo que tengan su utilidad pero sí dudo que su coste de oportunidad y su posición preferencial en la jerarquía de proyectos sean los adecuados.
Éste es el caso de Villena, es decir, nunca dudaré de que la idea actual de restauración de la plaza –déjenme que incida en la palabra idea, porque actualmente no existe ningún proyecto concreto que siga las pautas que define la ley de proyectos– vaya a ser positiva para nuestra ciudad, al contrario, la restauración de la plaza de toros traerá una riqueza a corto y medio plazo y pondremos en valor un bien patrimonial con un potencial inmenso si se realiza una buena y eficiente gestión de ella. Pero mi opinión, después de una ardua reflexión, es que nuestra ciudad tiene una serie de carencias y necesidades primordiales a las que se debería atender antes que un megaproyecto que en la mayoría de campos que nos han querido vender ya existen instalaciones para poder realizarlos. Ya tenemos un precioso Pabellón Cubierto con una calidad funcional y capacidad aceptable para practicar eventos deportivos de una mayor índole –refiriéndome a los partidos de tenis y al Freestyle que se muestran en el video–, existe un fantástico recinto ferial infrautilizado para mi gusto en el cual se podría dar cabida a las ferias que nos quieren vender, con una mayor capacidad de suelo ofrecido –los metros de superficie que nos puede ofrecer el aro de la plaza es irrisoria– y de servicios –la Feria del Campo es un buen ejemplo de que con una pequeña infraestructura se puede hacer una feria competente y con garantías–. Y tenemos instalaciones como los campos de fútbol del polideportivo para acoger conciertos de grandes masas –y recuerdo que en Villena al cabo del año solo se suele realizar uno de este tipo de acontecimientos–.
Pero lo que más gracia me hace es que el maravilloso video no muestra la actividad que no se puede realizar y por la que se construyó originalmente el edificio: acoger eventos taurinos. Una acción sublime, la fiesta nacional y la violencia anexa a ella ya no venden en la sociedad actual y por tanto no dan votos, y para redondear bautizan al conjunto como “La Plaza”, olvidándose la parte que no les interesa; vuelvo a incidir en lo de sublime.
Villena necesita actuaciones que dinamicen el tejido productivo y económico, grandes actuaciones como el puerto seco y el parque empresarial y logístico de Bulilla proyectados por el GTP (Ente gestor de la red de transportes y puertos de la Generalitat), unido a la creación de nuevos polígonos como el de “Casa del Padre”, deben promover la creación y diversificación de nuestro tejido productivo; diversificación en la que el turismo de interior debe ser una de nuestras bazas. Villena por historia y monumentalidad tiene un potencial que no tiene ninguna de las ciudades del interior de Alicante. La construcción del gran museo de la ciudad donde podamos mostrar al mundo los grandes tesoros de nuestra tierra, y el desarrollo integro y más ambicioso del Plan Especial del Casco Antiguo, con una reforma de éste que nos permita mostrar con un máximo esplendor nuestra monumentalidad y que nuestra ciudad antigua merece.
Otra de las actuaciones primordiales para esta ciudad es el soterramiento –creo que es la mejor opción por motivos que explicaré en un próximo artículo–. El integral sería el más coherente, pero si se ha conseguido el de las vías convencionales, con el ministerio ofreciéndonos un protocolo que incluye la creación del PAET, la parada del AVE y de trenes de largo recorrido, llamo a nuestros representantes a dejar atrás el pasado y partidismos, y luchar todos juntos por conseguir la necesaria integración del ferrocarril.
No podemos perder la oportunidad de contar con una estación intermodal de cercanías, regionales y autobuses en el huerto real, situada en el mismo borde de la ciudad, junto al foco de población –la experiencia de otras poblaciones nos ha demostrado que los servicios de cercanías y regionales no funcionan lejos del foco poblacional– y con una accesibilidad potencial muy grande.
Estas actuaciones, unidas a otras de menor entidad, son más primordiales que la restauración de la Plaza de toros, porque nos van a permitir crear mucha más riqueza económica y social. Ahora se nos plantea una problemática importante, estas actuaciones son costosas y desgraciadamente Villena no es una de las niñas mimadas de la Generalitat, así que según mi opinión deberíamos jerarquizar, pues dudo que la restauración de la Plaza de toros no pase factura respecto a otras.
Pero esta es mi opinión, y lo que está claro es que en su momento una mayoría en Villena eligió seguir otro camino votando la opción del Partido Popular, y un alto porcentaje de esos votantes eligieron esa opción porque querían que la plaza que vieron en ese video fuera una realidad y que fuera una realidad pagada íntegramente por la Generalitat como prometió Don Francisco Camps en ese magnífico discurso que pronunció en el Patio Festero durante la campaña electoral de las pasadas municipales y autonómicas. Y ahora nos encontramos con que el Consell ratifica el convenio con el ayuntamiento –incluso antes que el propio ayuntamiento– para la rehabilitación de la plaza de toros, un convenio que contempla una co-financiación y “en la medida de las posibilidades presupuestarias” de la Generalitat. Pues permítanme que les diga que lo llevamos claro, somos la comunidad con más deuda por habitante de toda España, más de 2600 euros por persona, y la Generalitat tiene créditos pendientes que estarán pagando los gobiernos valencianos durante los próximos 30 años. Así que las posibilidades presupuestarias de la Generalitat son reducidas, a lo que hay que añadir que el señor Camps prometió durante la campaña todo tipo de proyectos icono por toda la geografía valenciana, y vuelvo a incidir que Villena no se ha caracterizado por ser una ciudad que se mime desde Valencia.
Desde aquí hago un llamamiento a los villeneros para que, y perdónenme la expresión, “no nos la vuelvan a meter”, y digo vuelvo, porque haciendo un ejercicio de memoria me traslado a la Plaza de las Malvas durante la campaña electoral del 95, donde el entonces candidato Don Eduardo Zaplana, en otro magnifico discurso, nos prometió construir un Hospital si ganaba las elecciones. El Partido Popular ganó esas elecciones y después de 13 años en Villena no se ha construido ningún Hospital. En su momento la excusa fue por motivos demográficos y la Generalitat se sacó de la chistera el Centro Sanitario Integrado, único en su especie, y que fue ideado en exclusiva para nuestra ciudad. Y Villena calló.
Años después me llevo la sorpresa de la ampliación del Hospital General de Elda en 168 camas debido al déficit de éstas en nuestra área sanitaria. Pues para serles sincero tuve en mi interior un sentimiento de rabia; rabia de pensar que una vez más había ocurrido, otra vez Villena no contaba y Villena callaba. Y aún me sigo haciendo la pregunta de por qué esas 168 habitaciones no forman parte de nuestro Hospital prometido.
Así que os pido que esta vez no callemos y que exijamos que Valencia cumpla con lo prometido.
Autor: Pablo Juan Martínez Catalá