El diagnóstico de la situación que estamos viviendo en Villena no es sencillo. Unos dicen que es culpa del autoritarismo de la alcaldesa, Sra Lledó. Otros apuntan a la pésima gastión que se está viendo con respecto a la planta de Vaersa y las basuras. Los hay que hablan de la traición, la vaguería y la dejación de los ex-concejales populares, ahora No-Adscritos. Los hay que le echan la culpa... ¡a Zapatero!
En fin, que hay diagnósticos de todo tipo. Probablemente haya un poco de todo lo que se apunta más arriba (aunque me huelo que Zapatero influye poco...) Autoritarismo, dejación de funciones, desidia, animadversiones personales... Vamos, que huele mal...
Sin embargo, si el diagnóstico no es sencillo, sí que lo es el remedio.
El remedio a la situación que está viviendo el Ayuntamiento puede resumirse en cuatro palabras: Ilusión, Proyecto, Trabajo y Honradez.
ILUSIÓN: Por el día a día al servicio de los villeneros y villeneras.
Hay que devolver la ilusión a la gente, que vuelvan a confiar y a creer en la política.
PROYECTO: Porque solo podemos ser eficaces en el gobierno si sabemos lo que queremos.
Hay que gobernar para los villeneros y villeneras. Buscando siempre el interés general, sin perder de vista el principal objetivo: el progreso común de Villena.
TRABAJO: Por y para Villena. Por y para los villeneros y villeneras. Dedicación y esfuerzo para ahacer realidad el proyecto de ciudad.
HONRADEZ: Sinceridad, Transparencia... Son los principios que deben regir el trabajo diario de los gobernantes de la Ciudad. Porque no están por encima de Villena, sino por debajo de ella, a su servicio.
La receta es sencilla, ahora solo hay que aplicarla.
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