4 de abril de 2010

JSVillena implicada en el aniversario de Miguel Hernández y el barco Stanbrook

Durante todo el fin de semana han tenido lugar diferentes actos con motivo del aniversario del fallecimiento del poeta Miguel Hernández y de la partida del barco Stanbrook a finales de la Guerra Civil. El Secretario General de JSPV, Fernando Díaz, ha afirmado que “con estos actos pretendemos mostrar nuestro compromiso con los valores defendidos por el poeta y reivindicar su figura, al igual que con los republicanos que sufrieron el exilio o la barbarie de la dictadura”.

Los actos comenzaron en la ciudad de Alicante en la tarde del viernes en la que se realizó una conferencia sobre la vida y obra del poeta a cargo del licenciado en Historia César Sampedro, seguido de un recital poético en el que participaron diferentes personalidades alicantinas.

En la mañana del domingo frente a la tumba del poeta en el cementerio de Alicante y ante un numeroso público, los jóvenes socialistas recitaron varios poemas hernandianos y Fernando Díaz leyó el manifiesto que los jóvenes socialistas aprobarán en su Comité Nacional como muestra de su compromiso con la figura de Miguel Hernández.

Ya por la tarde en el puerto de Alicante nuestro compañero de Villena Pablo Juan Martínez Catalá leyó un emotivo manifiesto en recuerdo de la partida del buque Stanbrook que se hizo a la mar al final de la Guerra Civil con más de tres millares de exiliados republicanos, entre ellos el que fue presidente de la Diputación alicantina, el Socialista Villenense José Cañizares Domene. Posteriormente se realizo una ofrenda de flores en las aguas de donde partió el barco formándose un emotivo y simbólico mosaico de rosas rojas, amarillas y moradas. El objetivo de los jóvenes socialistas con este homenaje era honrar la memoria de las víctimas republicanas.

A continuación exponemos el manifiesto escrito por Juventudes Socialistas de Villena y leído por la tarde en el puerto de Alicante:

Son las 23 horas del 28 de Marzo de 1939, la noche es oscura, el cielo está nublado, ha sido un día completamente gris, como si el cielo reflejara las almas y espíritus de las personas a las que ampara debajo de su manto. El Stanbrook, un barco inglés fletado por la Federación Provincial Socialista de Alicante, está zarpando desde este mismo puerto; un pequeño barco carbonero de 1383 toneladas, 70 metros de largo, 10 metros de ancho y con una capacidad de 50 personas de tripulación. En él van embarcados hacia el exilio 3000 republicanos.

Son los días del ocaso de la Segunda Republica Española, casi 8 años después de su proclamación y después de casi 3 años de guerra civil, el sueño de la primera democracia española; el sueño de la libertad, del progreso y la igualdad llega a su fin. El presidente Azaña ha dimitido, el Coronel Casado se ha sublevado en Madrid, provocando la caída y el exilio del Gobierno de Negrín. Miles de comprometidos por la causa de la Republica, la libertad y la democracia sufren por su destino desesperados intentando escapar de la segura cruel represión de los vencedores.

En este mismo lugar donde hoy nos encontramos, hay más de 15000 personas huyendo de este destino. Vienen de Madrid, de Castilla, de Andalucía, de toda la comunidad y la provincia, buscando el último territorio libre de España. Hay campesinos, obreros, maestros, cargos públicos, militares leales a la Republica; familias enteras que entran a tropel en el puerto con la promesa de un barco que los llevará al exilio y el compromiso de Franco de dejarlos marchar.

Franco miente. Las fuerzas fascistas italianas de la división Littorio, al mando del General Gambara comienzan a entrar en la ciudad donde ya comienzan a ondear banderas franquistas y se empiezan a llevar a cabo las primeras represalias por parte de la Falange y la Quinta columna. El puerto de Alicante esta rodeado por la Armada Franquista, submarinos de Mussolini y la aviación Nazi. El dictador Franco quería convertir el puerto de Alicante en una ratonera, en una trampa; y consigue sus objetivos.

En la penumbra del puerto, en una escena espectral, miles de personas viven desesperadas el azar que les asignara, un billete hacía el exilio o hacía sus verdugos, con destinos igualmente desconocidos. Hay nervios, agitación, emoción, gritos, sollozos, y desesperación en las despedidas, y no seremos capaces de imaginarnos el implacable sentimiento de los que se quedaban en tierra en el momento de ver levantarse definitivamente la escalerilla de acceso al barco.

El Stanbrook, que comandado por el valeroso Capitán Archibald Dickson, se había atrevido a burlar el bloqueo del puerto, arriesgando los tripulantes sus vidas, está completamente lleno hasta el palo mayor, en todos los lugares hay alguien; en las bodegas, en el puente, en los techos de las cocinas y las maquinas, hasta el punto que la línea de flotación del barco llega a sumergirse.

A las 23 horas de ese 28 de Marzo, el capitán ordena levantar las amarras y el Stanbrook pone proa con rumbo a Oran, en Argelia, entonces colonia francesa. Existe un silencio religioso, solo turbado por el ruido de las máquinas. Muchos lloran; les ahoga el recuerdo de lo que queda atrás, un sueño y una lucha rotos, un hogar amado y los compañeros indefensos al arbitrio de la horda triunfante. En la bocana del puerto, se escucha el ruido de un motor de un avión acercándose, y de repente en forma de regalo de despedida, este arroja dos bombas que afortunadamente erraran el objetivo explosionando a unos metros de la popa sin ocasionar daños. La noche es dominada por el silencio en una imagen indescriptible en forma de mosaico de carnes cansadas, sudores amontonados y un lamento indefinible de cansancio infinito que llena hasta el último rincón del barco.

La travesía hasta Oran dura 20 horas, ya que el Stanbrook navega en Zig-Zag fuera de la ruta regular para evitar encuentros indeseables. Los refugiados desean llegar a Puerto para sentir la ansiada libertad, con la creencia de que serán recibidos como héroes de la guerra de España y victimas del fascismo. Pero no es así, son tratados como criminales, obligándolos a aguantar un mes sin poder pisar tierra en condiciones infrahumanas, hasta la llegada de una epidemia de Tifus y la amenaza del Capitán Dickson a las autoridades francesas de estrellar el barco contra los muelles. En tierra, ya finalizado uno de los episodios más dramáticos del exilio republicano, les espera un campo de concentración.

El 3 de Diciembre el Stanbrook será hundido por un submarino Alemán muriendo con él todos sus tripulantes, en los campos de concentración de Argelia se guardará un minuto de silencio con el comentario de que “Aquel navío se lo merecía”.

Simultáneamente en el puerto de Alicante las miles de personas que han quedado, esperan la llegada de otros barcos que nunca llegarán, las tropas fascistas italianas ya han tomado posiciones en la explanada amenazando con las armas a los desgraciados republicanos, algunos prefieren suicidarse antes de caer en manos de sus verdugos, otros se rinden siendo confinados en el “Campo de los almendros”, en la Goteta, siendo traslados en un numero de hasta 35000 hasta el Campo de concentración de Albatera. Allí les espera un penoso cautiverio, cuando no el pelotón de fusilamiento. Es el 1 de Abril de 1939 la Guerra Civil ha terminado

Hoy, 28 de Marzo de 2010, en el mismo lugar donde hace 71 años se vivía este suceso, vemos un casino, un hotel, pubes y discotecas, y lo que fue el llamado Campo de los Almendros es un Centro Comercial. En los lugares donde se produjo uno de los sucesos más dramáticos y conmovedores de la historia alicantina, no existe ningún monumento que recuerde aquellos que lo perdieron todo por defender sus ideas, por defender un sueño de una sociedad más igual y justa, por defender lo que hoy tanto valoramos, nuestra libertad y nuestra democracia. Ellos perdieron la guerra, pero como anticiparía Unamuno al propio Millán Astral: venceréis pero no convenceréis; ellos nunca perdieron la batalla de las ideas. Su victoria se refleja hoy aquí, en este lugar en el que nos encontramos homenajeándolos, en esta España libre y democrática. Compañeros se lo debemos. Debemos llevar el recuerdo de la Republica y sus héroes con nosotros, debemos contar lo que sucedió a nuestras familias, a nuestros amigos, a la sociedad que nos rodea; a los que están y a lo que vendrán, porque les debemos que su historia y su sacrificio no queden en el olvido. El olvido representaría la última victoria del dictador, que durante sus 40 años en el poder intento borrar la memoria de los vencidos, no permitamos que el mal vuelva a ganar esta batalla. Sin odio pero sin olvido.

Por último le pedimos a la alcaldesa de Alicante que coloque este suceso en el lugar de la historia de Alicante que se merece. Le pedimos que instale los monumentos conmemorativos en el puerto de Alicante y el Campo de los Almendros, le pedimos que la ciudad recuerde anualmente lo que aquí sucedió, le pedimos que la memoria de la republica y el Stanbrook sean enseñados en la escuela, que la generaciones venideras conozcan el 28 de Marzo de 1939 como una de la fechas en que todo Alicantino debe sentirse orgulloso. El día que Alicante fue la ciudad donde se desarrollo la historia del fin del mundo, del fin de un sueño. El día que Alicante fue el último trozo de la nación en el que ondeo la bandera tricolor.

Compañeros guardemos dos minutos de silencio por los héroes de la libertad y la democracia. Compañeros ALICANTE ES REPUBLICANA.

Secretaria por la recuperación de la memoria histórica
Juventudes socialistas de Villena

1 comentario:

Unknown dijo...

LO SIENTO ESTE QUE SUSCRIBE ESTE COMENTARIO ES DE LOS QUE CREEN QUE SOIS LA CARNAZA DE ESE PARTIDO QUE YO NO TIENE DE SOCIALISTA NI LA ROSA.
LO SIENTO DE VERDAD, JAMAS VOTE SOCIALISTA PERO ESTUVE UNA TEMPORADA PENSANDO EN CAMBIAR Y GRACIAS A D..... ME DESPERTO ZAPATERO Y SU GOBIERNO DE LIBERALES.
SALUD Y REPUBLICA Y FUERA EL BORBON.
ESPERO QUE ESTO POR LO MENOS LO COMPARTAIS.